La condición humana ante el horror de la guerra y sus diferentes expresiones a través del arte (Parte III)

By CENTRO CÍVICO CARACAS - lunes, mayo 18, 2009


Tras haber analizado Guernica, nos detendremos en el breve estudio del poema A los hombres futuros, de Bertolt Brecht.

Brecht fue un dramaturgo y poeta alemán que nació en Alemania en 1898 y murió allí en 1956. Estudió medicina en Munich, teniendo que interrumpir sus estudios al año siguiente al ser llamado a filas como soldado sanitario en un hospital militar en Augsburgo, en el marco de la Primera Guerra Mundial. Durante este tiempo conoció a Paula Banholzer, quien en 1919 dio a luz a su hijo, Frank, que moriría en el frente soviético durante la Segunda Guerra Mundial, en 1943.

Brecht siempre quiso influir en el público con sus actuaciones, concienciarlo y hacerlo pensar.

A continuación, les presentamos una poesía suya, la misma muestra un hombre marcado en cada parte de su alma por la guerra. Este poema quizá refleje el espíritu de muchos hombres del siglo pasado, caracterizado por una profunda preocupación por la realidad, y por los deseos de cambiarla. Estos poemas no sólo reflejan la tristeza que carga su autor al escribirlos, sino un pedido a los hombres del futuro (a nosotros y a los que vendrán): que recordemos lo que ellos sufrieron y que trabajemos por lograr lo que ellos no pudieron lograr: un mundo más amable, solidario y justo…
El poema se titula A los hombres futuros, y ha sido escrito en 1938:

I

Verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.
Es insensata la palabra ingenua.
Una frente lisa revela insensibilidad.
El que ríe es que no ha oído aún la noticia terrible, aún no le ha llegado.

¡Qué tiempos éstos en que hablar
sobre árboles es casi un crimen
porque supone callar sobre tantas alevosías!
Ese hombre que va tranquilamente por la calle
¿lo encontrarán sus amigos cuando lo necesiten?

Es cierto que aún me gano la vida.
Pero, creedme, es pura casualidad. Nada
de lo que hago me da derecho a hartarme.
Por casualidad me he librado. (Si mi suerte acabara, estaría perdido).
Me dicen: “¡Come y bebe! ¡Goza de lo que tienes!”
Pero ¿cómo puedo comer y beber
si al hambriento le quito lo que como
y mi vaso de agua le hace falta al sediento?
Y, sin embargo, como y bebo.

Me gustaría ser sabio también.
Los viejos libros explican la sabiduría:
apartarse de las luchas del mundo y transcurrir
sin inquietudes nuestro breve tiempo.
Librarse de la violencia.
Dar bien por mal,
no satisfacer los deseos y hasta
olvidarlos: tal es la sabiduría.
Pero yo no puedo hacer nada de esto:
verdaderamente, vivo en tiempos sombríos.

II

Llegué a las ciudades en tiempos del desorden,
cuando el hambre reinaba.
Me mezclé entre los hombres en tiempos de rebeldía
y me rebelé con ellos.
Así pasé el tiempo
que me fue concedido en la tierra.

Mi pan lo comí entre batalla y batalla.
Entre los asesinos dormí.
Hice el amor sin prestarle atención
y contemplé la naturaleza con impaciencia.
Así pasé el tiempo que me fue concedido en la tierra.

En mis tiempos, las calles desembocaban en pantanos.
La palabra me traicionaba al verdugo.
Poco podía yo. Y los poderosos
se sentían más tranquilos, sin mí. Lo sabía.
Así pasé el tiempo que me fue concedido en la tierra.

Escasas eran las fuerzas.
La meta estaba muy lejos aún.
Ya se podía ver claramente, aunque para mí
fuera casi inalcanzable.
Así pasé el tiempo que me fue concedido en la tierra.

III

Vosotros, que surgiréis del marasmo
en el que nosotros nos hemos hundido,
cuando habléis de nuestras debilidades,
pensad también en los tiempos sombríos
de los que os habéis escapado.

Cambiábamos de país como de zapatos
a través de las guerras de clases, y nos desesperábamos
donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella.
Y, sin embargo, sabíamos
que también el odio contra la bajeza desfigura la cara.
También la ira contra la injusticia
pone ronca la voz. Desgraciadamente, nosotros,
que queríamos preparar el camino para la amabilidad
no pudimos ser amables.
Pero vosotros, cuando lleguen los tiempos
en que el hombre sea amigo del hombre,
pensad en nosotros con indulgencia.

Para este análisis se han utilizado las siguientes fuentes:

· Enciclopedia libre Wikipedia.
· www.epdlp.com


Por L.V.D.

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