Inteligencia, claves para una gestión pública exitosa...

By CENTRO CÍVICO CARACAS - domingo, marzo 08, 2009


RECURSOS HUMANOS EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA: FORMANDO ANALISTAS DE INTELIGENCIA PARA EL SIGLO XXI


Aproximándonos al problema


1. El respeto de las libertades fundamentales: derechos humanos, libertades de expresión y de pensamiento, libertades sindical y asociativa, así como la existencia de un Estado de Derecho, es decir, un régimen donde el derecho es respetado y también se encuentra sometido al mismo el poder público, constituye una de las misiones fundamentales del Estado.


2. La implementación efectiva de estos principios es una condición esencial para garantizar seguridad, justicia y dignidad para todos y para favorecer un desarrollo humano sostenible basado en la igualdad de todos ante la ley y la justicia social. El Estado de Derecho y las libertades fundamentales se manifiestan en las condiciones de existencia diaria de los ciudadanos que deben poder ejercer sus derechos, cumplir sus deberes y pedir cuentas a las instituciones públicas. Asimismo, constituyen el basamento de la legitimidad de las instituciones, garante de una gobernanza democrática conducente a la estabilidad política y al desarrollo.


3. De esta manera, el refuerzo de las instituciones públicas y los marcos jurídicos debieran constituir un aspecto primordial de la estrategia de gobernanza, a ser adoptada por un Estado moderno.


4. Años atrás, las tradiciones públicas estatales, desde los más altos funcionarios hasta los empleados encargados de atender trámites y reclamos, estaban pensadas para gobernar mandando, en su forma tradicional.


5. Por el contrario, las actuales formas de organización y gestión del Estado requieren, de un cambio cultural más profundo que incluye profesionalizar la administración pública, mayor transparencia, flexibilidad y cercanía entre funcionarios y ciudadanos y un alto grado de autoexigencia ética.


6. El derecho de los ciudadanos a una buena administración es un requisito de lo que se conoce como calidad democrática.


7. La seguridad y defensa de la nación y la protección de nuestras formas de organización política y social merecen especial atención. Esto deberá ser analizado, no como la seguridad nacida del Estado para seguridad de sí mismo, sino como la creación desde los organismos específicos del Estado de las herramientas idóneas para proteger a nuestro país [1]; la Inteligencia constituye una de las herramientas primordiales e imprescindibles para la toma de decisiones en un mundo sumido en la incertidumbre; en la medida que capacitemos a nuestros funcionarios de Inteligencia Estratégica, sus producidos mejorarán convenientemente, por lo que deberíamos al menos teóricamente, aguardar mejores resoluciones por parte de quienes deben adoptar decisiones trascendentes.


¿Dónde nos encontramos?

Por un Estado eficiente


8. La eficiencia del Estado no puede medirse por el número de empleados públicos o por el impacto del gasto público sobre el producto bruto interno. De lo contrario, tendríamos la situación de que países que se encuentran claramente en procesos emergentes o de desarrollo, con un gasto público sobre el producto interno bruto del orden del 15%, serían más eficientes que otros países cuyo gasto público sobre el producto bruto interno sobrepasa el 50%.


9. Esto quiere decir, que ni el tamaño del Estado, ni el tamaño relativo del gasto público sobre la riqueza nacional de los países son criterios serios de eficiencia.


10. Hay un problema de fondo; el tema pasa por ver si ese Estado, más grande o más pequeño, cómo hace las cosas, cómo crea valor, cómo asume el problema de los costos de oportunidad; es decir, lo que invierte en una cosa y si esa inversión le está impidiendo hacer otras u otras cosas.


11. Esas son las cuestiones de fondo que tienen que ver con la eficiencia de un Estado.


12. Si bien los estados actuales tienden a ser más pequeños que lo que fueron en otros tiempos, porque muchas de las cosas que los estados tienen que conseguir en nuestros días las debe obtener a través de otros, o en colaboración con otros. Pero eso no implica que no deba ser un Estado fuerte. Los países necesitan estados fuertes, sólidos, que sean puntos de referencia firmes.


Por mejores niveles de institucionalidad


13. Los países que tienen una mayor solidez institucional, reglas más estables, gobiernos con mayor credibilidad, un capital social más rico, un grado elevado de confianza en las personas acerca de la manera de relacionarse con los sectores públicos, con las empresas, con sus conciudadanos; allí donde se den todas estas circunstancias, estos países saldrán de la crisis mejor y más rápidamente que aquellos que tengan carencias de institucionalidad.


El Estado y los nuevos actores


14. Estos actores a veces pertenecen al sector público, y a veces están en el sector privado, en las empresas, en el tercer sector, en las organizaciones no lucrativas. Por lo tanto, el Estado necesita colaborar con muchos actores a los cuales no puede dirigir, mandar, ordenar; con ellos tiene que articular, consensuar y hasta negociar. Y esas son nuevas maneras de hacer para el Estado. Por aquí pasan los desafíos de reforma contemporáneos.


Las burocracias latinoamericanas


15. Algunos desafíos de AMÉRICA LATINA pasan por las insuficiencias de sus burocracias, insuficiencias que por otro lado son históricas.


16. El gran reto –en la mayor parte de los países- es construir administraciones profesionales capaces de actuar, dirigidas por la política, pero no patrimonializadas por la política, ni convertidas en un coto de los partidos que gobiernan o de los grupos de interés. Esas administraciones profesionales sólidas, que no pertenecen a quien gobierna sino a la sociedad, y que facilitan a los gobernantes el hacer las cosas sin dejarse capturar ni por ellos, ni por los intereses particulares; ese tipo de administración está, en buena medida, por construirse en la región.


Por un empleo público profesional


17. Para lograr esto, el principal ingrediente es un empleo público profesional. Eso significa un empleo público al que se accede por criterios de mérito, y que está debidamente protegido y exigido en su gestión, en su estabilidad, entre otras cuestiones, de los distintos intentos de captura por parte de sectores de interés determinados. [2]


18. Por lo tanto, es lo contrario a las políticas de clientelismo aplicadas al empleo público. Este es uno de los grandes temas todavía pendientes en muchos países, especialmente de nuestra región.


19. Es decir, estamos hablando de cuestiones de presupuesto, decisión política, reformas organizacionales y culturales, entre otros factores.


20. Está visto y comprobado que una administración profesional no es más cara que una administración clientelista. Lo que requiere es un cambio sustantivo en la cultura política y en la cultura social de los países. Es necesario crear solidez profesional en los Estados, sin reconstruir las viejas burocracias, que ya no son adecuadas para los actuales escenarios.


21. Las burocracias públicas no estaban diseñadas para colaborar, estaban diseñadas para fiscalizar, inspeccionar, controlar, dar instrucciones, directivas y órdenes. Luego aquellas burocracias profesionales no son las administraciones profesionales que hoy precisan los estados y sus sociedades.


22. Necesitamos administraciones profundamente relacionales, articuladoras, flexibles. Y muchos países tienen que construir, al mismo tiempo, su sistema de administración profesional y hacerlo adaptándose a necesidades sociales que exigen respuestas rápidas y efectivas. De eso se trata la eficiencia.


La corrupción: una amenaza grave


23. La corrupción entendida como el mal uso del poder, la autoridad o funciones públicas con miras a obtener ventajas privadas, resulta una disfunción endémica que afecta tanto a las funciones de regalía del Estado, como a las actividades económicas, sociales, culturales. Atenta contra el acceso a los servicios públicos -educación, salud, energía, agua- o incluso a la ayuda alimentaria en los países más desfavorecidos. Sus formas son extremadamente variadas, de la malversación de fondos públicos a la remuneración indebida para obtener un derecho o una ventaja. Incluso a veces se la acepta, lo que complica aún más su erradicación.


24. Difícil de cuantificar por naturaleza, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional la estiman a un billón de dólares, o sea el 5% del PIB mundial, con grandes disparidades regionales.


25. La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito estima que los Estados que luchan eficazmente contra la corrupción pueden esperar un aumento del orden del 400% en sus ingresos nacionales.


26. Al negar los valores del Estado y la democracia, erosiona los valores cívicos, debilita las instituciones por una pérdida de confianza de parte de los ciudadanos y el desarrollo de la inseguridad. Es perjudicial para la eficacia del servicio público, reduce los recursos disponibles para los gastos de infraestructuras, crea un medio ambiente poco propicio para los negocios, contribuyendo a la criminalización de los circuitos financieros. Fuente de tensiones políticas y sociales, a veces puede hacer caer a países enteros en graves derivas.


27. El vínculo directo entre la corrupción y el fracaso del Estado hacen de la transparencia y la responsabilidad los principios rectores básicos de las acciones.


28. Se trata de construir una cultura deontológica en el conjunto de los campos donde interviene el regulador público o que competen al Estado: finanzas públicas, defensa, policía y justicia, salud, educación, estado civil y comercio internacional. De esta manera, la lucha contra la corrupción recubre un gran número de objetivos:


1º) Afianzar la democracia, reprimiendo la financiación irregular de las formaciones políticas y el tráfico de influencias.


2º) Consolidar el Estado de Derecho, en particular asegurando la independencia, la imparcialidad y la equidad del sistema judicial.


3º) Preservar los fondos públicos, garantizando la regularidad de los contratos, el buen funcionamiento de los sistemas fiscales y aduaneros, y eliminando la malversación de activos públicos.


4º) Garantizar una competencia leal, proscribiendo la práctica de las comisiones por el sector privado.


5º) Luchar contra la delincuencia organizada, cuyas actividades se desarrollan, en parte, como resultado de la corrupción.


29. Para lograr estos objetivos, se debe dar un respaldo a la implementación efectiva de los dispositivos nacionales anticorrupción. Alentar a formular una definición de la corrupción que englobe la realidad de los hechos, a instaurar una cultura del control, y a mejorar la detección y la sanción de los hechos.


30. El refuerzo de los controles tanto los financieros -por los Tribunales de cuentas, los Tribunales administrativos- como los políticos -por los parlamentos- permiten limitar el poder discrecional de las administraciones centrales y locales y, por tanto, reducir los riesgos de comportamientos desviados.


31. Los programas de formación de los funcionarios, la profesionalización de la contratación, la organización de planes de carrera y el aumento de las remuneraciones contribuyen a limitar estos riesgos. La lucha contra la corrupción implica asimismo una simplificación de los procedimientos administrativos, así como una sensibilización y una asociación de la sociedad civil.


Necesidad de reformas


32. El Estado está viéndose confrontado con la necesidad de reformas que afectan a lo que han sido sus modos de intervención tradicionales. Hoy se encuentra, por una parte, ante problemas para los que no tiene respuestas precisas.


33. No hay ningún gobierno ni partido político del mundo que tenga las recetas para los problemas más importantes de la agenda contemporánea:


1º) Problemas energéticos y riesgos sanitarios y medioambientales.


2º) Crisis de los sistemas de educación.


3º) Deficiente distribución de la riqueza.


4º) Inseguridad urbana y delincuencia juvenil.


5º) Deficientes niveles de gobernabilidad o gobernanza, entendiéndose a esta última como el arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía.


6º) Elevados niveles de corrupción.


7º) Surgimiento de los denominados “Estados fallidos”.


8º) Amenazas no definidas y elevada incertidumbre estratégica.


34. Estos son problemas que requieren aproximaciones más modestas que las que han sido las tradicionales de los gobiernos. Más orientadas a la exploración, a la evaluación y al aprendizaje. Estos son modelos de intervención que no pertenecen a las tradiciones públicas, que están pensadas para mandar, para gobernar mandando. Por otra parte, eso está hoy dificultado, porque los gobiernos son menos autosuficientes de lo que han sido nunca; vale decir, precisan hacer las cosas con otros actores sociales o institucionales.


La seguridad interior y exterior: funciones indelegables del Estado


Seguridad Interior


35. Las Fuerzas de Seguridad y Policiales son actores esenciales para garantizar el respeto del Estado de Derecho y la seguridad de las personas y bienes, necesaria para el desarrollo. Su acción, preventiva o represiva, debe desplegarse dentro del respeto de los principios democráticos.


36. En favor del refuerzo de las capacidades y la eficiencia de las fuerzas de policía, garantes de la seguridad interior, se debería estar actuando en el ámbito del mantenimiento del orden público y la lucha contra el terrorismo, la delincuencia organizada, la inmigración ilegal, la trata de seres humanos y el tráfico de estupefacientes. Sus acciones se sustentan en:


1º) La formación de los agentes policiales y el apoyo a la creación de centros de formación e institutos superiores de policía.


2º) La asistencia técnica en materia de policía judicial.


3º) El refuerzo de los laboratorios de policía técnica y científica.


4º) El apoyo a la creación de centros nacionales de lucha contra la droga.


5º) La formación en gestión de multitudes para facilitar el ejercicio de la libertad de reunión y manifestación.


37. Se debe procurar una mejor sinergia con el conjunto de los actores implicados en el campo de la seguridad interior, que, por añadidura, contribuirá a reforzar la cooperación entre quienes participan en la lucha transnacional contra el terrorismo y la delincuencia.


Seguridad Exterior


38. Reteniendo la expresión “Nos, los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común...”; y con especial énfasis en este último objetivo nacional -proveer a la defensa común- podemos mencionar que la anticipación o alerta temprana –Inteligencia Estratégica- para la detección de los riesgos y amenazas de interés desde el punto de vista de la defensa nacional, constituyen uno de los factores determinantes de los actuales escenarios internacionales.


Otros regímenes estatutarios - La capacitación del Personal Civil del Sistema de Inteligencia Nacional


39. La presente consigna fue abordada partiendo de lo establecido en la Ley Nº 25.520 que rige las actividades de Inteligencia en la República Argentina y su Decreto Reglamentario Nº 950/02, normas que pautan en sus respectivos Título VII la capacitación de los funcionarios o miembros de un Organismo de Inteligencia, y que constituyen el punto de partida para establecer cuál debe ser el perfil profesional que le debemos otorgar a los funcionarios civiles que desempeñarán tareas y funciones en nuestros Organismos de Inteligencia, es decir el perfil que consideramos deberían alcanzar nuestros Analistas de Inteligencia Estratégica.


40. A los fines de la mencionada Ley Nº 25.520 y de las actividades reguladas por la misma, se entenderá por:[3]


1º) Inteligencia Nacional a la actividad consistente en la obtención, reunión, sistematización y análisis de la información específica referida a los hechos, amenazas, riesgos y conflictos que afecten la seguridad exterior e interior de la Nación.


2º) Contrainteligencia a la actividad propia del campo de la inteligencia que se realiza con el propósito de evitar actividades de inteligencia de actores que representen amenazas o riesgos para la seguridad del Estado Nacional.


3º) Inteligencia Criminal a la parte de la Inteligencia referida a las actividades criminales específicas que, por su naturaleza, magnitud, consecuencias previsibles, peligrosidad o modalidades, afecten la libertad, la vida, el patrimonio de los habitantes, sus derechos y garantías y las instituciones del sistema representativo, republicano y federal que establece la Constitución Nacional.


4º) Inteligencia Estratégica Militar a la parte de la Inteligencia referida al conocimiento de las capacidades y debilidades del potencial militar de los países que interesen desde el punto de vista de la defensa nacional, así como el ambiente geográfico de las áreas estratégicas operacionales determinadas por el planeamiento estratégico militar.


5º) Sistema de Inteligencia Nacional al conjunto de relaciones funcionales de los organismos de inteligencia del Estado Nacional, dirigido por la Secretaría de Inteligencia a los efectos de contribuir a la toma de decisiones en materia de seguridad exterior e interior de la Nación.


41. En cuanto al Personal que forme parte de nuestros Organismos de Inteligencia, su formación y capacitación deberá:


1º) Desarrollar las actitudes y valores que requiere la formación de personas y funcionarios responsables, con conciencia ética, solidaria, reflexiva y crítica.


2º) Propender a un aprovechamiento integral de los recursos humanos y materiales existentes y asignados.


3º) Incrementar y diversificar las oportunidades de actualización, perfeccionamiento y reconversión para los integrantes de los organismos del Sistema de Inteligencia Nacional.


4º) Propender a la formación y capacitación específica en tareas de inteligencia y vinculadas al derecho, la formación y capacitación científico y técnica general y la formación y capacitación de contenido humanístico, sociológico y ético.


Perfil profesional


42. Las organizaciones de hoy en día tienden a ser organizaciones del conocimiento. Cada puesto es ocupado por alguien que conoce su tarea, que no actúa tanto por delegación sino por pericia. Una organización que aspire a sobrevivir en el contexto actual necesita dialogar con su entorno. Pero para esto debe ser capaz de mantener su propio diálogo interno. La idea de la organización capaz de aprender implica comenzar a pensarla desde el punto de vista sistémico.


43. Una organización depende tanto de los líderes, de los conductores, como de los empleados, y juntos, constituyen las tres columnas que sostienen la operatividad, adaptabilidad y supervivencia de la compañía. Si cualquiera de ellas falla el sistema no funciona. Cada estamento de la organización es importante en sí mismo.


44. Una organización es un sistema, y como tal, está conformada por seres humanos que se interrelacionan siguiendo un objetivo compartido. Cuando decimos seres humanos que se interrelacionan, estamos diciendo, seres humanos que piensan diferente, toman decisiones, se comportan como piensan, se comunican, tienen conductas verbales y no verbales, transmiten mensajes que otros reciben y que a su vez reaccionan, según hayan recibido este mensaje, con diferentes comportamientos. Desde esta perspectiva la sinergia de una organización es producida por la forma en que las partes de la organización se relacionan y trabajan en pos de una visión compartida.


45. Al introducir la dimensión humana en la organización, hablamos de “organizaciones que aprenden”. Al comprometernos con el aprendizaje comenzamos a ver el trabajo cotidiano como una danza con el otro. Descubrimos que nuestros logros descansan en la calidad de nuestras conversaciones, porque la efectividad del trabajo conjunto depende de la comunicación, las relaciones y el compromiso con una misión común.


46. Cada organización se explica por sus propias leyes de funcionamiento, y por las relaciones que mantiene con los contextos en los que está incluida. En los hechos, son las interacciones de los participantes de esos sistemas (organizaciones) las que construyen las condiciones de autoorganización y adaptación a los cambios.


47. El trabajo con los modelos mentales, la elaboración de la visión y los valores compartidos, el desarrollo de las aptitudes para el trabajo en equipo y el trabajo personal de cada uno de sus miembros, donde los pilares son la ética, la responsabilidad y la integridad, son disciplinas que pueden facilitar la flexibilidad necesaria para afrontar los cambios y construir “organizaciones inteligentes”.


48. La capacitación en estas disciplinas ofrece herramientas, que permiten en quienes las usan, cambiar la índole de sus acciones comunicacionales, desarrollar modos de pensamiento y relación que nos permitan coexistir pacífica y hasta sinérgicamente, a pesar de nuestras diferencias, incorporando el aprendizaje como un proceso continuo de reflexión-acción-reflexión.


49. Ya como para ir finalizando, la naturaleza de los problemas y conflictos actuales y las interrelaciones existentes entre ellos, requieren un enfoque holístico o integrador, que facilite la comprensión acabada de sus características, globales y transnacionales, y de los escenarios de conflicto que los enmarcan.


50. Este enfoque, a su vez, demanda la capacitación de Analistas de Inteligencia Estratégica para la aplicación de enfoques sistémicos, capaces de dar respuestas a las exigencias de la complejidad de los riesgos y amenazas asimétricas que caracterizarán a los conflictos del siglo XXI.


51. Como contrapartida, la especificidad de determinadas amenazas, así como las dificultades para determinar sus características y capacidades operativas, imponen la conveniencia de producir Analistas especialistas o expertos en determinados temas.


52. Por lo tanto, si bien las posibilidades y necesidades de cada país son los factores determinantes de la estructura y misiones de sus respectivos Organismos de Inteligencia, no debe soslayarse la revisión del perfil profesional de nuestros recursos humanos y la adecuación de los mismos para la obtención de la Inteligencia pertinente.


53. En síntesis, el contexto de Inteligencia de hoy en día es considerablemente diferente del que existía cuando fue conformada la primera comunidad de Inteligencia argentina y en el futuro, el éxito de la actual comunidad de Inteligencia dependerá en gran medida de cómo se adapte al nuevo contexto -“Para operar en forma efectiva, la persona debe ser capaz de recontextualizar y adaptar su conocimiento a las circunstancias que se le presentan”[4] es decir, que pueda producir Inteligencia en un mundo cambiante.


54. Afortunadamente, a diferencia de los fundadores de la primera comunidad de Inteligencia, los actuales líderes argentinos tienen muchos años de experiencia en los cuales pueden basar sus planes para mejorar la Inteligencia Estratégica. Tal cual se puede ver, mucha de esta experiencia ha tomado estado público con la Ley de Inteligencia Nacional N° 25.520 y su Decreto Reglamentario N° 950/02, por lo que hoy es posible para nosotros, ensayar ideas relacionadas con la producción de Inteligencia, pudiendo acceder a un material o marco teórico cada vez mayor sobre las aptitudes, oportunidades, fortalezas y debilidades de nuestros Organismos de Inteligencia, teniendo como norte el concepto de que el cumplimiento de la Misión solo será posible si recordamos y aplicamos lo que dijo Lao Tsé: “la mejor manera de hacer es ser”
[5]; en el convencimiento de que tendremos (TENER) la mejor Inteligencia en la medida en que nos preocupemos y ocupemos en las cosas en las que un Organismo de Inteligencia debe ocuparse (HACER), pero sabiendo que para hacer lo que un Organismo de Inteligencia tiene que hacer, primero es necesario que esté en claro con su naturaleza, con su razón de ser (SER), porque en definitiva, nadie TIENE ni HACE lo que no ES.


55. En materia de alerta estratégica o producción de conocimiento para la toma de decisiones en los más altos niveles de la conducción nacional y sectorial, la capacitación de nuestro Personal Civil de Inteligencia, de nuestros Analistas de Inteligencia Estratégica, será una de las claves para una gestión pública exitosa, en una de las áreas más sensibles de la administración pública.


A modo de conclusión


56. Si estamos convencidos de que el refuerzo de las instituciones públicas y los marcos jurídicos debieran constituir un aspecto primordial de la estrategia de gobernanza -a ser adoptada por un Estado moderno- deberíamos tener en cuenta algunas cuestiones.


57. Concluida la Guerra Fría, lejos de anunciar el inicio de un nuevo orden basado en la paz y la cooperación, asistimos a un nuevo conjunto de amenazas, ahora de orden global.


58. Esto ha impuesto un proceso de adaptación de los Estados con una dinámica diferente, que para el caso de los funcionarios públicos de Inteligencia exige debatir y encontrar objetivos comunes y permanentes para la cooperación de los Estados en el sistema internacional.


59. Es aquí donde la Inteligencia Estratégica alimentará las estrategias que permitan no sólo superar los conflictos y situaciones que afecten a la defensa y seguridad de la Nación, sino también la protección necesaria ante el avance de los desafíos que presentan el terrorismo, el narcotráfico, el crimen organizado, las actividades ilícitas en el campo científico-tecnológico y todo otro riesgo propio del futuro incierto del nuevo orden.


60. Afrontar estos desafíos no puede ser parte de una política de Inteligencia de un solo gobierno, sino que debe ser considerada como una política de Estado.


61. Con vistas a este futuro incierto, la Secretaría de Inteligencia deberá adecuarse, en el marco de la ley mencionada, a una fluida coordinación de los elementos del Sistema Nacional de Inteligencia.


62. Por otra parte, la legislación vigente y la voluntad de las diferentes administraciones deberán encauzar correctamente la orientación que se debe imprimir a la Inteligencia en el marco interno, concepto que en el pasado fuera asociado con el uso discrecional de un instrumento de poder para fines sectoriales o como un elemento de persecución político-ideológico.


63. En razón de ello, las directivas, la organización, las actividades y la instrucción y capacitación de los funcionarios civiles de los Organismos de nuestro Sistema de Inteligencia Nacional responderán claramente a las finalidades que la sociedad, a través de sus representantes, le ha fijado para la protección de la seguridad exterior e interior de nuestro país.


[1] ROSA, José María: El Sistema de Inteligencia Nacional a la luz de una ley pública, Buenos Aires, Revista Nueva Inteligencia, Volumen 1, número 2, año 2002.
[2] LONGO, Francisco: Las burocracias estatales siguen funcionando con criterios obsoletos, Buenos Aires, Clarín diario, Suplemento Zona, páginas 36 y 37, 7 de diciembre de 2008.
[3] Ley de Inteligencia Nacional N° 25.520, publicada en Boletín Oficial del 6 de diciembre de 2001.
[4] FREDY KOFMAN, Metamanagement, editorial Granica, página 75.
[5] FREDY KOFMAN, Metamanagement, editorial Granica, página 76.
Por L.A.D.

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1 comentarios

  1. Por favor ¿quién es el autor / cuál es la fuente de esta nota?
    Muchas gracias
    Daniel García-Introcasa

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