Los peligros del cambio climático

By CENTRO CÍVICO CARACAS - sábado, febrero 07, 2009


El cambio climático es definido como el fenómeno que altera la composición de la atmósfera mundial que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables.
Desde los primeros tiempos las variaciones climáticas han modelado el destino de la humanidad, y el ser humano ha reaccionado en gran medida adaptándose, emigrando y desarrollando su inteligencia. Durante las últimas glaciaciones, los niveles de los océanos descendieron y los seres humanos se desplazaron a través de puentes continentales desde el Asia hacia las Américas y las islas del Pacífico. Desde entonces se han registrado numerosas migraciones, innovaciones y también catástrofes.Algunas de estas han tenido su origen en pequeñas fluctuaciones climáticas, como unos pocos decenios o siglos de temperaturas levemente superiores o inferiores a la media, o sequías prolongadas. La más conocida es la Pequeña Era Glaciar, registrada en Europa a comienzos de la Edad Media que provocó hambrunas, insurrecciones, y el abandono de las colonias septentrionales en Islandia y Groenlandia. El hombre ha soportado durante milenios los caprichos climáticos, recurriendo a su ingenio para adaptarse, incapaz de influir en fenómenos de tal magnitud. Eso hasta ahora. Paradójicamente, el éxito notable que hemos logrado como especie bien puede habernos llevado a un callejón sin salida. El crecimiento demográfico ha alcanzado un punto tal que haría muy difícil una migración en gran escala en caso de que un cambio climático de grandes proporciones la hiciera necesaria, y los productos de nuestra inteligencia (industrias, transportes, etc.) han conducido a una situación desconocida en el pasado. Anteriormente el clima mundial hacía cambiar a los seres humanos; ahora parece que estos últimos están cambiando el clima. Los resultados todavía son inciertos, pero si las predicciones actuales se confirman, el cambio climático que tendrá lugar en el próximo siglo será de una amplitud sin precedentes desde los albores de la civilización humana.
El fenómeno en cuestión es atribuido, en forma directa o indirecta, al hombre. Las causas que generan cambio climático son, entre otras, la quema de combustibles fósiles (carbón y petróleo); la destrucción de bosques y los productos de la actividad humana que cambian la composición de la atmósfera, conocidos como "gases efecto invernadero", cuyos ejemplos principales son: el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O).
A largo plazo la Tierra debe liberar al espacio la misma cantidad de energía que absorbe del sol. La energía solar llega en forma de radiación de onda corta, parte de la cual es reflejada por la superficie terrestre y la atmósfera. Sin embargo, la mayor parte pasa directamente a través de la atmósfera para calentar la superficie de la Tierra. Ésta se desprende de dicha energía enviándola nuevamente al espacio en forma de radiación infrarroja, de onda larga.

El vapor de agua, el dióxido de carbono y los otros "gases de efecto invernadero" que existen en forma natural en la atmósfera, absorben gran parte de la radiación infrarroja ascendente que emite la Tierra, impidiendo que la energía pase directamente de la superficie terrestre al espacio. A su vez, procesos de acción recíproca (como la radiación, las corrientes de aire, la evaporación, la formación de nubes y las lluvias) transportan dicha energía a altos niveles de la atmósfera y de ahí se libera al espacio. Afortunadamente existe este proceso más lento e indirecto, ya que si la superficie de la Tierra pudiera irradiar libremente la energía, nuestro planeta se convertiría en un lugar frío y sin vida, desolado y estéril.

Al aumentar la capacidad de la atmósfera para absorber la radiación infrarroja, nuestras emisiones de gases de efecto invernadero alteran la forma en que el clima mantiene el equilibrio entre la energía incidente y la irradiada. De no registrarse ningún otro cambio adicional, la duplicación de la concentración de gases de efecto invernadero de larga vida proyectada para comienzos del próximo siglo reduciría en alrededor del 2% la proporción de energía que nuestro planeta emite al espacio. La energía no puede acumularse sin más: el clima deberá adaptarse de alguna manera para deshacerse de ese excedente, y si bien un dos por ciento puede no parecer mucho, tomando a la Tierra en su conjunto, ello equivale a retener el contenido energético de 3 millones de toneladas de petróleo por minuto.

En los últimos años, fenómenos no muy usuales, como largos períodos de sequía o lluvias torrenciales que provocan inundaciones, han suscitado una creciente preocupación acerca de lo que está sucediendo con el clima. El Cambio Climático Global, como consecuencia de las actividades humanas, es un fenómeno con evidencias científicas crecientes. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, establecido en 1988 por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, ha concluido luego de numerosos estudios que la temperatura de la tierra se elevaría entre 1 y 3,5 ºC y el nivel de agua de los mares aumentaría entre 15 y 95 cm en el año 2100 si las emisiones de ciertos gases siguieran su tendencia. A raíz de esta perspectiva se firmó la Convención Marco de la Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en la Cumbre de Río de 1992.

¿Qué acciones se pueden seguir para prevenir los posibles efectos?
Dada la complejidad del problema y su multicausalidad, las acciones tendrán que encararse desde distintos flancos; ninguno de ellos de fácil resolución. Por otra parte y debido a que el cambio climático constituye un problema de características mundiales, la acción de unos pocos países sin el compromiso real del resto de los países del mundo (especialmente los más poderosos y desarrollados), no conducirán a la solución ni a la minimización del problema.

En términos generales, las líneas de acción podrían ser las siguientes:

* Limitar el uso de energías originadas en la quema de combustibles fósiles, ya que estas son las principales fuentes productoras de gases de efecto invernadero.
* Promover el uso más eficiente de la energía disponible, evitando de esta forma la mayor generación de energía que finalmente se pierde en los procesos productivos.
* Promover la utilización de energías alternativas, como la eólica, solar, etc.
* Promover la utilización de técnicas de disminución de la cantidad de residuos urbanos sólidos y mejorar los mecanismos de su posterior tratamiento y destino final, como por ejemplo: reciclaje, compostaje, lombricultura, etc.
* Ofrecer alternativas económicas que disminuyan la ganadería extensiva.
* Disminuir la producción de gases de efecto invernadero de las fuentes fijas (industrias) mediante la utilización de tecnologías eficientes y la implementación de impuestos que graven la contaminación; mientras que, por otra parte, se aliente con incentivos económicos (liberación impositiva, franquicias, subsidios, etc.) a aquellas empresas que utilicen energías alternativas menos contaminantes y tecnología de vanguardia.
* Disminuir la producción de gases efecto invernadero de las fuentes móviles, promocionando el menor uso de automóviles y control de emisiones por parte de los municipios.
* Promover la investigación científica y el desarrollo tecnológico que lleven a disminuir la contribución de gases al calentamiento global.
* Gestionar la cooperación internacional en la materia y el apoyo de los países desarrollados para llevar a cabo estas políticas.
* Poner en práctica planes de reforestación.
* Apoyar todas estas políticas con planes concretos de educación ambiental formal y no formal.

El mundo, es decir, el clima y todos los seres vivos, es un sistema cerrado: todo lo que hacemos tiene repercusiones que en última instancia nos afectarán. Los niños de mañana - y desde luego los adultos de hoy - tendrán que aprender a considerar las consecuencias de sus acciones sobre el clima; cuando tomen decisiones como integrantes del gobierno o del sector empresarial o en el ámbito de la vida privada deberán tener en cuenta ese sistema. Al hacer frente al cambio climático, los seres humanos tendrán que pensar en términos de décadas y de siglos. La tarea recién comienza y muchos de los efectos de las variaciones climáticas no se manifestarán sino al cabo de dos o tres generaciones. En el futuro cada uno de nosotros oirá hablar de este problema, y deberá vivir con él.

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