Algunas reflexiones sobre el Libertador
By CENTRO CÍVICO CARACAS - miércoles, febrero 25, 2009
El 25 de febrero de 1778 nacía en Yapeyú, pueblo tranquilo de la provincia de Corrientes, el General Don José Francisco de San Martín.
Podríamos decir muchas cosas sobre él, pues entre otras, ha pasado a la historia como el libertador de Argentina, Chile y Perú y como el creador del Regimiento de Granaderos a Caballo que lo acompañaron desde el primer momento en su gloriosa gesta.
Hoy quisiéramos levantar a San Martín del bronce, mostrarlo no sólo como un estratega y militar, sino como un político, un hombre de bien y un padre.
Años después de haber independizado a los países mencionados, se dirige a Francia, afirmando que su sable no saldrá de su vaina para pelear en luchas civiles.
En el año 1825 redacta al mismo tiempo las conocidas máximas para su hija Mercedes, entre las cuales podemos mencionar: humanizar el carácter, amar el aseo y despreciar el lujo, ser tolerante con las religiones, practicar la caridad con los pobres y hablar poco y lo necesario.
Como podemos ver, con estas acciones humanizamos al héroe, en el sentido de que no ha sido un semi-dios, sacado de la mitología griega, sino un hombre como cualquiera de nosotros, con una única diferencia: tuvo un sincero y verdadero amor a la patria.
La pintura que les mostramos es del pintor argentino Guillermo Roux, esta obra fue realizada en el año 2000, la particularidad de esta pintura es que justamente muestra a un José de San Martín humano, pues ni siquiera porta uniforme. San Martín posee una bandera argentina rodeando sus hombros, y su mano derecha señalándonos. No es un San Martín que juzga, es un San Martín que mira, que nos mira, y que como un padre que ama a sus hijos pregunta ¿qué es lo que estamos haciendo?, ¿qué es lo que estamos haciendo como argentinos, como ciudadanos?
Creemos que hoy más que nunca esta imagen debe gravarse en nuestras mentes, es San Martín uno de los pocos personajes indiscutidos de nuestra historia, es San Martín ejemplo de entrega, de lucha, de sed de libertad y respeto a los pueblos, es San Martín ejemplo de republicanismo, ejemplo de hombre y ejemplo de padre.
Por primera vez en la historia, hoy se hará un acto conmemorativo en Yapeyú en el cual no van a estar los Granaderos, miembros de un cuerpo de élite del Ejército Argentino creado por el hombre al cual hoy le rendimos humilde homenaje.
Pareciera que con más de 25 años de democracia ininterrumpida, aún hoy no comprendemos que las instituciones de la República están por encima de cualquier desinteligencia, y que el Padre de la Patria, reconocido por todos, más allá de las convicciones partidarias e ideológicas que dividen, también pregunta a quienes nos gobiernan: ¿qué están haciendo por el país y por su gente?
Podríamos decir muchas cosas sobre él, pues entre otras, ha pasado a la historia como el libertador de Argentina, Chile y Perú y como el creador del Regimiento de Granaderos a Caballo que lo acompañaron desde el primer momento en su gloriosa gesta.
Hoy quisiéramos levantar a San Martín del bronce, mostrarlo no sólo como un estratega y militar, sino como un político, un hombre de bien y un padre.
Años después de haber independizado a los países mencionados, se dirige a Francia, afirmando que su sable no saldrá de su vaina para pelear en luchas civiles.
En el año 1825 redacta al mismo tiempo las conocidas máximas para su hija Mercedes, entre las cuales podemos mencionar: humanizar el carácter, amar el aseo y despreciar el lujo, ser tolerante con las religiones, practicar la caridad con los pobres y hablar poco y lo necesario.
Como podemos ver, con estas acciones humanizamos al héroe, en el sentido de que no ha sido un semi-dios, sacado de la mitología griega, sino un hombre como cualquiera de nosotros, con una única diferencia: tuvo un sincero y verdadero amor a la patria.
La pintura que les mostramos es del pintor argentino Guillermo Roux, esta obra fue realizada en el año 2000, la particularidad de esta pintura es que justamente muestra a un José de San Martín humano, pues ni siquiera porta uniforme. San Martín posee una bandera argentina rodeando sus hombros, y su mano derecha señalándonos. No es un San Martín que juzga, es un San Martín que mira, que nos mira, y que como un padre que ama a sus hijos pregunta ¿qué es lo que estamos haciendo?, ¿qué es lo que estamos haciendo como argentinos, como ciudadanos?
Creemos que hoy más que nunca esta imagen debe gravarse en nuestras mentes, es San Martín uno de los pocos personajes indiscutidos de nuestra historia, es San Martín ejemplo de entrega, de lucha, de sed de libertad y respeto a los pueblos, es San Martín ejemplo de republicanismo, ejemplo de hombre y ejemplo de padre.
Por primera vez en la historia, hoy se hará un acto conmemorativo en Yapeyú en el cual no van a estar los Granaderos, miembros de un cuerpo de élite del Ejército Argentino creado por el hombre al cual hoy le rendimos humilde homenaje.
Pareciera que con más de 25 años de democracia ininterrumpida, aún hoy no comprendemos que las instituciones de la República están por encima de cualquier desinteligencia, y que el Padre de la Patria, reconocido por todos, más allá de las convicciones partidarias e ideológicas que dividen, también pregunta a quienes nos gobiernan: ¿qué están haciendo por el país y por su gente?
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